No hay marca que no se pueda someter a esta forma de contar lo que hace para motivar a su audiencia a comprar.Por lo tanto, léete el libro y ponte a rediseñar la manera en la que ofreces lo que haces.
Me encantan las marcas cuyos productos nacen de la necesidad de sus fundadores porque cuando eso ocurre, las marcas tienden a transmitir muchísimo más. Suelen ser más ricas en su comunicación, y esto hace que sean capaces de competir en el mercado, por muy saturado que esté.
Balance Phone nace de una herida difícil de reconocer. Algo sutil, cotidiano, más complejo de detectar: la sensación constante de que estás, pero no estás.
Albert Beltran y Carlos Fontclara, los fundadores, se dieron cuenta de que estaban perdiendo la guerra contra su propio móvil. Esa guerra está perdida de antemano porque el dispositivo que llevamos en el bolsillo no está diseñado para respetar nuestra atención, sino para competir por ella.
Ellos lo reconocían. Pasaban más de cuatro horas al día pegados al teléfono. Lo sabían y lo medían. Esto les hacía perder 40 días al año mirando su pequeña pantalla. Odiaban pecar aquí, pero aún así, lo seguían haciendo.
Probaron algunas opciones antes de lanzarse: aplicaciones para limitar el uso, temporizadores, restricciones en el propio móvil. Pero todos esos métodos tenían un problema en común, que es que confían en que tú, en tu peor momento, tomes una buena decisión. Spoiler: no ocurre.
Puedes desinstalar la aplicación, puedes reactivar Instagram…
Entonces decidieron cortar por lo sano. Probaron a volver a un Nokia. Uno de esos de teclas, sin pantalla táctil. Pero no duraron ni tres días porque ahí se dieron cuenta del segundo problema, que es que salirte del sistema no es viable hoy por hoy. Porque el sistema también tiene herramientas que necesitas, como WhatsApp, Google Maps o la aplicación de tu banco.
Ahí se encendió la bombilla. El tema no era preguntarse cómo podían dejar el móvil. La pregunta era cómo podían rediseñar su relación con él.
Y como estos dos estaban lo suficientemente locos, y tenían el conocimiento necesario, esa fue la semilla de Balance Phone.
Es un teléfono con base de Samsung, diseñado para protegerte de lo que te roba tiempo sin quitarte lo que necesitas para vivir. Bloquea las aplicaciones más adictivas, el contenido tóxico, el scroll infinito… pero conserva toda la utilidad.
No quiero entrar en características técnicas porque tocaremos algunas de ellas ahora cuando analicemos su landing page, pero la idea general es la que no hace falta volver a lo analógico, sino que lo digital juegue a nuestro favor.
Me gusta su visión porque aunque es concreta en cierto modo, es capaz de conectar tres públicos muy distintos, pero con un dolor común:
Y ahora vayamos con lo que más me interesa de Balance Phone, el motivo por el que decidí dedicarle un Case Study, que no es lo que han construido, sino cómo lo cuentan.
Cómo se han plantado en una categoría dominada por especificaciones técnicas, megapíxels y gigahercios, y han dicho:
“Nosotros no vendemos eso. Nosotros vendemos desconexión.”
Y en este análisis vas a ver cómo lo cuentan.
Vamos a diseccionar su página principal. A leer su copy como si fuera una conversación. Y a ver cómo identifican los puntos de dolor reales de sus clientes y construyen su propuesta desde ahí.
Venga, empezamos.
No hace falta scrollear mucho para notar que esta página no está diseñada como un catálogo de producto.
Aquí han pensado en la parte emocional de lo que venden, y se han centrado en dar respuesta con las características.
Veamos sección por sección.
La sección principal abre con un escenas serenas, conscientes. Un ciclista que cruza, arquitectura moderna, limpia… Y usan la composición:
“El móvil sin… [el PROBLEMA que sea dentro de lo que remueve a su cliente].”
En lugar de listar características, el primer mensaje es una promesa de estilo de vida.
Esto ya discrimina positivamente al visitante, ya que si vienes buscando la mejor cámara o más capacidad, este no es tu lugar. Sin embargo, si estás cansado del móvil y buscas otra relación con él, probablemente te quedes a investigar un poco más.
Siguiente, producto.
Justo después del hero, presentan sus tres productos:
No hay que leer mucho. Las opciones son claritas y están acotadas a su audiencia. El básico para los niños, el Pro para adultos que quieran desconectar, y el Sistema Operativo BalanceOS para esos adultos que quieran esto pero ya tengan un móvil android y no quieran pagar dispositivo.
Además ya en la imagen te están diciendo que habrá ciertas aplicaciones a las que podrás acceder.
Tercera sección para la prueba social, en este caso por parte de grandes medios de comunicación que han hablado de ellos durante el poco tiempo que llevan activos.
Cuarta. Cuidado que aquí viene una de las partes mejor trabajadas de la página. Fíjate cómo el copy está estructurado en bloques de dolor-respuesta. Te explico cada uno:
“Sin colores, sin ruido”
Las interfaces modernas son trampas visuales que capturan tu atención mediante color, diseño, notificaciones ¿La solución? Una interfaz en blanco y negro, plana, y sin iconos que inciten al clic. De esta forma recuperas el control de cuándo y por qué interactúas con el móvil.
“¿Aplicaciones y webs adictivas? Aquí no”
Te sientes atrapado por las redes sociales, juegos, apuestas, porno… incluso cuando no quieres. ¿La solución? Están bloqueadas por diseño. No puedes instalarlas, ni tú ni tus hijos. No tendrás que esforzarte en tener voluntad a la que resistirte, porque no hay acceso al que resistir.
“Todo lo que necesitas, sin distracciones”
A estas alturas te puede dar miedo a quedarte sin Google Maps, sin WhatsApp o sin email. ¿La solución? Que tienes todo eso. Solo te han quitado lo que te quitaba tiempo, no lo que te da utilidad.
Esta sección me encanta porque en este punto ya sabes qué te dará este teléfono.
Me encanta esta parte porque rápidamente ves dónde está el demonio y dónde están las aplicaciones que sí hacen bien a tu vida.
Además, casi al final de la página, aparecen tres bloques con métricas muy visuales que comparan el smartphone normal y el Balance Phone:
• Tiempo que pasarás delante de la pantalla.
• Días que recuperas de tu vida a lo largo de un año.
• Y años de vida delante de una pantalla que te ahorrarás gracias a ellos.
Aquí mi demonio interno me pediría jugar con métricas como dinero que no le darás a Bet365, o número de tal innecesarias que te ahorrarás gracias al bloqueo de Pornhub.
Pero bueno, el tono de la marca tampoco invita a esto.
Perdón.
Estos datos conectan con dos targets a la vez:
Pocas veces un producto comunica beneficio emocional y estadístico al mismo tiempo tan bien como aquí.
Te dan una sección de testimonios, y otra que enlaza con su página de about us, para que sientas que estás comprando algo real y no es una estafa.
Es normal que enfaticen aquí porque estos compiten en un mercado de marcas ultraconocidas y a ellos no les conoce nadie. No tienen un presupuesto de marketing comparable, por lo que deben ponerse en valor como founders contando su historia, y mostrando algunos testimonios de personas reales que han comprado sus teléfonos.
En esta ecuación de buen hacer quiero hablarte de un libro que me encantó y que he leído varias veces. Y te hablo de este libro, porque esta landing cumple mucho de esa estructura de storytelling de la que Donald Miller habla en su libro “Cómo construir una Storybrand”.
Donald Miller habla del “camino del héroe” para construir marcas, y no sé si estos chicos lo han leído, pero lo que está claro es que lo han aplicado.
Te lo voy a desglosar paso a paso, directamente aplicado a la landing para que lo entiendas rápidamente.
En una storybrand siempre hay héroe, problema, guía, plan, reto, riesgo, y final feliz. Veamos.
¿Quién es el héroe aquí? Pues:
Esto es importante, porque el Balance Phone no se pone como protagonista, sino que posiciona al visitante como alguien que quiere recuperar el control de su vida. La web te habla de que “tú podrías vivir mejor sin tantas distracciones”.
Que nos lleva al siguiente punto.
Donald Miller dice que todo buen relato debe plantear tres niveles de problema. Balance Phone los clava:
Esto está implícito en todas las secciones de la web. Fundamental.
Y por esto, aquí aparecen ellos.
Todo héroe necesita un guía, y el guía debe mostrar empatía y autoridad.
Esto lo ves reflejado tanto en los testimonios como en el copy de la solución, donde dicen que “sabemos por lo que estás pasando, y ya hemos ayudado a otros como tú.”
Aquí el plan es simple. 3 pasos que Balance Phone comunica así:
No hay que configurar nada. El cambio viene por el diseño. Es accesible, no intimidante. Invita a intentarlo.
Así que…
Balance Phone tiene varias llamadas a la acción en la landing, pero sin agobiar. Y cuando aparecen, son siempre limpias y sin adornos:
“Comprar ahora”
Y junto a ello: garantías, devolución, testimonios. Todo para eliminar fricción.
Pero…
No lo dicen de forma dramática, pero está implícito:
No hacen falta amenazas. El que vea esto ya está viviendo ese fracaso todos los días. Estos simplemente lo recuerdan con datos y visuales potentes (como los bloques de “tiempo recuperado” o las fotos con niños jugando de fondo).
Por lo tanto…
Aquí entra la gran promesa:
Es decir, vivir una vida más consciente, más presente.
Todo esto lo pintan con imágenes limpias, colores suaves, testimonios de usuarios satisfechos… y una sensación de que lo difícil ya lo han hecho ellos.
Tú solo tienes que cambiar el teléfono.
Me da igual si sigues consumiendo redes o si consideras que esto no es para ti, pero la estructura de esta landing es aplicable a saco.
No hay negocio ni marca que no se pueda someter a esta forma de contar lo que hace para motivar a su audiencia a comprar. Por lo tanto, leete el libro y ponte a rediseñar la manera en la que ofreces lo que haces.
Yo el primero, por cierto.