Ombraz nació cuando uno de sus fundadores, Jensen, rompió las patillas de sus gafas durante un safari en camello. Al improvisar un sistema con cuerda que rodeaba la cabeza y funcionó sorprendentemente bien, identificaron una oportunidad para rediseñar las gafas desde cero. Unieron fuerzas con su amigo Nikolai, especializado en comercio electrónico, y lanzaron su idea en una campaña de Indiegogo en 2018, recaudando $165 000 en solo 30 días.

Estas gafas se construyen con materiales de alta calidad: monturas de nylon TR‑90 de grado aeroespacial, lentes Carl Zeiss (polarizadas o no), y un cordón de nylon japonés reciclado, extraído de redes de pesca, resistente al agua, antimicrobiano y suave al tacto. Cada par se ensambla a mano por el equipo original y sus proveedores, garantizando control de calidad en cada etapa.

Ombraz no solo resuelve un problema práctico, sino que también es la primera marca de gafas de sol carbono‑negativas. Por cada par vendido, plantan 20 manglares, compensando el 1 713 % del carbono emitido durante su fabricación y transporte. Estas gafas —galardonadas con el Gear Editors’ Choice Award de Backpacker y elogiadas por medios como Outside y Gear Patrol— destacan por su diseño sin patillas, que evita los puntos de rotura comunes y reduce el peso, manteniéndose firmes durante actividad física. Con garantía de por vida, embalaje compostable y una estética audaz pero funcional, Ombraz se posiciona como una opción innovadora, ecológica y resistente tanto para el deporte activo como para el uso diario.

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